viernes, 1 de noviembre de 2013

Acefalía

La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner no se encuentra en el mando en este momento.

Problemas médicos mal reportados disparan diversas interpretaciones y teorías que quiero analizar porque la ausencia de noticias certeras vuelven todas las hipótesis posibles.

El gabinete actual, incluido el presidente en funciones, no se anima a firmar ningún papel importante, ni quieren tomar ninguna medida.

Las elecciones han pasado, y la única medida de rescate político -y no ha salido bien- provino de un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que convalida la pelea que lleva a cabo este gobierno contra los medios que no le sonríen.

No sería lógico analizar ninguna de las alternativas sin tomar en cuenta que hacia delante sólo queda un escenario de crisis.



Las teorías: Es una farsa
  1. para levantar la imagen caída de la presidenta, y sobrellevar la caída electoral
  2. para desaparecer por dos años y volver en el año 2015.
Separo los dos casos, porque en el primero la idea es pasar sólo el período de la derrota de las primarias y en el segundo es para reencontrarse con otro período.

La segunda opción es más increíble que la primera, porque calcular la transición entre el ahora y el 2015 es en absoluto imposible para cualquier humano o proceso computacional, en la Argentina actual. Las chances de que una crisis deje a todos fuera de juego son demasiado altas.

Descreo de la farsa, no porque le crea en algo a nuestra presidente, -ha demostrado capacidad para mentir de forma consistente-, sino porque creo que Cristina Fernández carece de la suficiente preparación para ser presidente y su debilidad física, es sólo otra manifestación más de este postulado.

Si esta teoría fuera cierta, a esta altura le hubiera convenido aparecer triunfal ante el fallo de la CSJN y no ha sido el caso. Ni una foto, ni un mensaje grabado, ni una palabra en Twitter ni Facebook.

Existe una clara manipulación política de lo que vive la presidente. Existe una teatralización de lo que sucede. Pero, a mi entender, se está trabajando sobre una contingencia que existe.

Si su desaparición es fingida, para que otro tome la dura iniciativa de desmembrar a Clarín sin hacer caso a los pasos administrativos adecuados, es posible que su endeble gobierno se resquebraje antes de firmar una orden de semejante calibre. Con Sabbatella no alcanza.

Los Kirchner han usado la estratagema de desaparecer de escena para que sea otro el que propine los empujones y los palazos. No hay que olvidar eso.

Otra teoría: El problema que tiene la presidente la invalida para continuar


El problema médico es más grave de lo que dicen, y lo esconden. No volverá y no se notifica a la población hasta no tener una sucesión mejor definida.

Lo que filtran los médicos, según periodistas bien informados como Nelson Castro, es que se recupera bien, y que se atiende también un problema coronario menor pero que debe ser tenido en cuenta.

Aunque sería de extrañar que el dr. Castro no tuviera esta información, nuestros servicios de inteligencia se especializan en ensuciar la cancha.

El momento de la vuelta es el que más se complica, porque la enfermedad principal de la presidente es el poder que ostenta. Y recuperar su sillón es agravar su estado. No es un tema menor, porque es muy humano reconocer la espina que lastima, y la ingratitud que siente no la impulsa a retomar las riendas.

Volver, para qué?

Pero cuando su salud física le permita ponerse en pie, y es lo que espero y deseo con fervor, no le quedarán excusas.

3 comentarios:

  1. A ver si sale ahora. Estoy de acuerdo con la primera parte. Creo que la comunicación de la enfermedad tiene problemas muy graves y es muy oscura. No estoy seguro que otros lo manejaran mejor, las enfermedades de los líderes son siempre un problema y CFK no es Mitterand y Argentina no es Francia.
    Con la parte de las conjeturas tengo más problemas. No soy demasiado afecto a las conspiraciones y, además, no tengo ningún dato en este caso. Podría si decir, en sentido general, que no les creo nada, nunca, en ningún caso.
    Pero prefiero encarar la cosa desde otro lugar. Hace más de un mes que la presidente no aparece y no sucede nada peor de lo que sucedería si tuvieramos su sets de stand ups diarios. Creo que la centralidad de Cristina es escenográfica y estética, y no política. Desde mi punto de vista ella no tiene densidad como para ocupar el centro de la escena desde otro lugar. Y esto me resulta interesante e importante. Gracias por valorar mi opinión, en serio.

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  2. Estamos conducidos por un piloto automático que, creo, es defectuoso. No han aparecido grandes contingencias y esa es una de las razones por las que no tuvimos grandes problemas.

    El problema más grande que enfrenta la Argentina, no es acerca de la centralidad de Cristina Kirchner, sino de la legitimidad de sus gobernantes. Si una derrota electoral erosiona ese pilar, la ausencia lo hace aún más.

    Para que el dólar se mantenga en su lugar el Banco central ha gastado cientos de millones de dólares en apenas una semana. Y no hay nadie legítimo para absorber los golpes.

    En cuanto al fallo de la Corte, tengo la sospecha de que no fue para ayudar al gobierno de Cristina: fue para hundirlo. Pero eso, en otro post.

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  3. No creo que la gobernabilidad esté hoy puesta en duda, todo lo contrario.La derrota del domingo no fue contundente y la desactivaron, al menos simbólicamente, con el tema de la ley de medios, más allá de las opiniones puntuales. Mis consejeros en economía, soy un lego total, me dicen que llegan a 2015, dejando un desastre, pero llegan. La oposición no tiene sensibilidad como para generar una expectativa en nadie. Lo único que pone en riesgo su gobernabilidad son ellos mismos, y en ese sentido, todo puede pasar

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